CÓMO SER ORDENADO Y NO PERDER LA CABEZA EN EL INTENTO



    Llevamos dos semanas de clase y ... ¡cuántas fotocopias!, ¡cuántos esquemas!,¡cuántos tipos de materias: Lengua, Literatura y Ciencias Sociales! Sí, tenéis razón. El no tener un libro de texto tiene sus ventajas y sus inconvenientes, como casi todo en la vida. La ventaja fundamental es que si uno se distrae un poquito, o si falta a clase, es fácil y rápido que te digan: "hemos visto las páginas 15 y 16 y hay que hacer las actividades 3 y 4". Indudablemente es una ventaja enorme. Sin embargo, a la hora de elegir un buen manual o libro de texto uno debe tener en cuenta muchos factores, siendo el más importante el que se impartan los contenidos adecuados a la normativa del Ministerio. Es el profesor que imparte la clase quien en última instancia decide si utilizar este libro u otro, o impartir las clases sin el soporte del libro basándose en el currículo. Esta opción es la más difícil porque supone que todo el material didáctico lo ha de aportar el profesor y, por otra parte, los alumnos deben ser muy cuidadosos a la hora de tomar apuntes y archivar lo que se va viendo en clase. Por eso es fundamental ser ordenado desde el minuto uno. Sin embargo, aunque es una opción difícil, también es valiente e incide en el aspecto de madurez de los alumnos, ya que les enseña la responsabilidad diaria y les impulsa a prestar más atención. De todas maneras, no está de más considerar algunas cuestiones que pueden ayudarnos si somos un poco despistadillos.

     En primer lugar, debemos tener en cuenta que el cuaderno y la carpeta con las fichas archivadas no sólo constituyen el material de estudio y trabajo de esta asignatura, sino que también puntúa como nota en la parte de tareas y trabajos. Por eso mismo, siempre debemos poner la fecha en el cuaderno y  la parte de la materia en la que se trabaja (Lengua, Literatura o Ciencias Sociales). Esto hay que hacerlo siempre y, además, debemos ir archivando también todas las fichas o fotocopias, escribiendo también en las mismas la fecha y la materia de la que se trata. Para aquéllos que sean muy desordenados o que les cueste este sistema de trabajo, lo más recomendable es tener tres carpetas diferentes para las fichas (una para Lengua, otra para Literatura y otra para Ciencias Sociales) y tres cuadernos. Para los que no tienen especial dificultad pero, de vez en cuando son desordenados, lo mejor es tener un cuaderno o archivador separando las dos materias (Lengua y Literatura y Ciencias Sociales) y una carpeta con dos bloques correspondientes a estas dos materias. En todo caso, también podemos tener un único cuaderno, siempre y cuando seamos conscientes de que tenemos puesta la fecha y la materia vista cada día, lo que será nuestra guía a la hora de estudiar.

     En segundo lugar, no debemos desesperar ni pensar que esto nos va a suponer una tarea añadida que me va a dificultar el aprobar la materia, ¡no! Todo lo contrario. Si al llegar a casa, reorganizo lo que he visto en clase y pongo un poco de atención, revisando aquello que haya podido dejar a medias en clase porque sonó el timbre y tenía mucha prisa por salir, no habrá problema ninguno. Ahora bien, si lo dejo todo para el día antes del examen o para cuando la profesora me diga que me va a revisar el cuaderno y la carpeta con las fichas, entonces, estaremos bastante perdidos. Insisto: tenemos que trabajar a diario, prestando atención en clase (para aprovechar al máximo y no llevarnos trabajo de más a casa) y debemos organizar siempre siempre siempre el material visto en clase para poder llevar bien el curso.

    Por último, no olvidemos que los cuadernos y la carpeta del material fotocopiado que se os da en clase deben seguir los criterios que se os impartieron el primer día. Aquí os dejo la hoja con dichos criterios por si acaso "se ha extraviado": "Criterios de calificación del cuaderno".

¡Ánimo!


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